martes, 24 de julio de 2018

El Águila de Papa

Por Moroni Padula

Había una vez en una humilde granja, cinco granjeros, un papá, tres hijos y la Mamá. El papá, muy temprano y cada mañana, se levantaba a ver pasar las águilas cazadoras que sobrevolaban el cielo azul marino que desprendía aquel hermoso lugar; el papá siempre pensaba: me encantaría algún día que cualquiera de estas águilas se quedará en la casa para acariciarla.


Después de una mañana de rutina, regresa a la casa exhausto por el trabajo del campo.  Entra a la cocina por un vaso de agua y para su sorpresa, encuentra un Águila de cuello blanco lastimada de un ala; él se asusta porque no es animal muy amigable, sin embargo cuando se acerca al águila, esta reacciona tranquilamente y deja que él le cure la herida. Él se emociona y con el paso de los días se va encariñando. Aún entiende que este animal cuando se cure partirá. Para su pesar, tres días después se levantó muy temprano a ver cómo se encontraba el águila y para su asombro, no estaba más. Tal como temía, se fue sin dejar rastro. Pero 'para animarlo, el águila agradecida lo visitaba una vez cada semana, así se hicieron amigos y mantuvieron su amistad para siempre.


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1 comentario:

  1. Me gusta mucho tu historia, la forma en que uniste las dos palabras es muy ingeniosa.

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